sábado, 2 de mayo de 2015
El Festival Internacional de Teatro de Calle de Vila-real llega este sábado a su ecuador con una notable afluencia de público que sigue palpitando a ritmo de teatro. La tercera jornada del festival de artes escénicas de calle ha traído más sorpresas y emociones a los espectadores de los diversos montajes que se han ido sucediendo a lo largo del día.
La compañía Babirusa Danza y su Ánimo animal ha presentado a los espectadores de la plaza de la Vila la danza como lenguaje que cuestiona la supervivencia, el impulso, el deseo o la respuesta de acción/reacción. Gesto y movimiento con puertas abiertas a la libre interpretación del espectador. Otro de los espectáculos que ha dejado boquiabiertos a los visitantes ha sido la interpretación de Bram Graafland y su De Guillende Keukenprins en la calle Bayarri. Una extraña fusión entre el circo, el clown y la gastronomía llegada desde Holanda en la que el actor se mete en la piel de un alocado Príncipe de la Cocina Gritón, capaz de cocinar música en directo a fogonazos y no dejar de sorprender con un número orquestado por sartenes y cazuelas.
Más imágenes de FitCarrer 2015, en el Flickr del Ayuntamiento
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