Ajuntament de Vila-real

lunes, 17 de julio de 2017

Una delegación municipal representada por el alcalde de Vila-real, José Benlloch, y por el concejal de Cultura -a su vez responsable del Memorial Democràtic para recuperar y fomentar la memoria democrática-, Eduardo Pérez, ha visitado esta semana la fosa 113 del cementerio de Paterna (en la que se estima que yacen los restos de entre 50 y 60 personas que fueron ejecutadas entre enero de 1940 y septiembre de 1941), en un encuentro institucional en el que, por primera vez, ha estado presente un presidente de la Generalitat Valenciana, en este caso, Ximo Puig.

El objetivo ha sido visitar los trabajos que realiza un grupo de arqueólogos en el conocido como Paredón de España, donde fueron fusiladas más de 2.200 personas víctimas de la represión de posguerra realizada por el Gobierno del general Franco y donde se ha documentado el fusilamiento de tres vecinos de Vila-real.

La comitiva ha sido guiada por el representante de la Agrupación de Familiares, Santiago Valles, que junto con el Grupo de Recuperación de la Memoria Histórica de Valencia, han sido los impulsores del inicio de la investigación, con el apoyo de la Diputación de Valencia.

Benlloch ha destacado el "apoyo total del Ayuntamiento de Vila-real a la Ley de Memoria Democrática y por la Convivencia de la Comunitat Valenciana, que busca participar en el proceso de recuperación y reparación, sufragando con dinero público las exhumaciones e identificaciones de víctimas de la represión de posguerra y que actualmente está en trámites en las Corts Valencianes".

Tanto el primer edil como Pérez, han agradecido la invitación del alcalde de Paterna, José Antonio Sagredo, ya que está documentado que al menos tres vila-realenses podrían estar enterrados en las fosas comunes del cementerio de Paterna, ya que fueron fusilados en dicho enclave. Se trata de Manuel Segundo Eixea Vilar, coronel del Ejército de la República, ejecutado el 15 de julio de 1939, cuando tenía 57 años, tras ser condenado por defender la legalidad constitucional durante el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Otro vecino ajusticiado en Paterna fue Francisco Arbos Salas, un cocinero de 36 años que murió el 13 de octubre de 1941. El tercero, José Pitarch Usó, era practicante de profesión, y murió a los 41 años, un 29 de junio de 1942.

"Estamos en permanente contacto con los arqueólogos que realizan las excavaciones por si fuéramos capaces de identificar sus cuerpos, aunque somos conscientes de la dificultad que entraña, ya que este es el segundo espacio de todo el país con mayor número de asesinados y sabemos que en cada fosa hay decenas de cadáveres hacinados, cuya identificación es realmente complicada", indica.

Por su parte, Pérez, que ha destacado el trabajo que se realiza en Vila-real desde la pasada legislatura para evitar que "todo este sufrimiento caiga en el olvido, gracias al Memorial Democràtic", ha recordado que "73 vila-realenses sufrieron la represión y fueron fusilados entre los años 1938 y 1956 en diferentes lugares" y ha asegurado que "estas ejecuciones, realizadas después de condenas sin ningún tipo de garantía legal ni procedimental, fueron crímenes de Estado con el único objetivo de hacer desaparecer físicamente a quienes pensaban diferente".

Por ello, ambos representantes municipales destacan que "lo mínimo que puede hacer el actual Estado democrático es reparar la dignidad de las víctimas y de sus familias, facilitándoles la búsqueda de los cuerpos y la posterior identificación para cerrar la herida".