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martes, 11 de marzo de 2014
La Fira Citrícola de Vila-real ha clausurado esta tarde en la Casa dels Mundina la segunda edición de un certamen que, durante cinco días, ha centrado la atención de la ciudad en el mundo de la agricultura y la citricultura, sus valores tradicionales y las oportunidades de futuro que se abren ante el sector. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, acompañado del concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, y otros miembros de la corporación ha sido el encargado de despedir la feria, que desde ayer ha convertido la Casa dels Mundina en una cocina en la que prestigiosos chefs como Miguel Barrera, del restaurante Cal Paradís de Vall d'Alba, única estrella Michelin de la provincia, han demostrado las propiedades de los productos frescos y de proximidad para la elaboración de los mejores platos de la cocina mediterránea.
Además de los showcooking, la Fira Citrícola ha contado con un recinto ferial con más de 30 expositores y espacio para actividades didácticas y demostraciones, así como cerca de 40 actividades, charlas, degustaciones o un homenaje a la figura de José Polo de Bernabé que contó con la participación de descendientes directos del terrateniente y político.
"Sin olvidar en ningún momento el sector tradicional, Vila-real vuelve a demostrar con esta segunda Fira Citrícola que mira hacia el futuro", señala el alcalde. Por su parte, Obiol añade que el certamen "se ha convertido en un punto de referencia por la agricultura y la citricultura".
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