Ajuntament de Vila-real

viernes, 1 de marzo de 2019

La gestión del equipo de gobierno de Vila-real ha permitido reducir el endeudamiento de las arcas municipales de un 74% en 2011 a un 60% en la actualidad. Así lo ha explicado el alcalde, José Benlloch, que ha dado a conocer la liquidación del presupuesto de 2018, que ha permitido obtener 8,2 millones de remanentes, que se destinarán en parte a contener la deuda municipal. Con este objetivo, el ejecutivo municipal evitará suscribir el préstamo previsto inicialmente para sufragar parte de los proyectos de reindustrialización financiados por el Ivace.

"Cuando acaba el año se hacen cuentas; miramos lo que se ha gastado y lo que no", explica Benlloch, quien recuerda que el presupuesto de 2018, aprobado en julio, apenas tuvo unos meses de vigencia. "Esta circunstancia ha hecho que queden en el tintero algunos proyectos. Es decir, no sobra nada; simplemente son cantidades que se deben reasignar para poder llevar adelante estas propuestas en 2019", puntualiza. 

En primer lugar, de los 8,2 millones de remanentes deberán descontarse los 2,2 millones correspondientes a gastos y servicios prestados en 2018 que, por la burocracia y el procedimiento que sigue la aprobación de facturas, todavía no se han podido abonar. Otra cantidad importante se destinará a proyectos que no han podido ejecutarse. "Ha habido varios expedientes que no hemos tenido tiempo de ejecutar por haber aprobado tarde el presupuesto, debido a la herencia urbanística del PP, que nos llevó a pagar, sólo en 2018, unos 9,4 millones en sentencias y empastres", detalla. Entre estos proyectos se encuentran la adecuación de la rotonda del Cedre, de la avenida de Alemania con San Manuel, un tramo de acera de la avenida de Castellón, la apertura de las calles de Herarbo e, incluso, algunos pagos de expropiaciones de la ronda Suroeste a aquellos propietarios que en su día no aceptaron lo que se les ofrecía y acudieron a los tribunales, entre otros. "Hay una lista muy extensa de expedientes que no se pudieron ejecutar en el ejercicio anterior y que pasan a este. Por lo tanto, hemos tenido que hacer una reserva y, descontando estos importes, nos quedan 3,8 millones", afirma. 

De estos 3,8 millones, se reservan 300.000 euros, que "no se tocarán hasta finales de año, a la espera de que el nuevo Gobierno aclare si debe ser para pagar deuda a los bancos o se pueden invertir en cosas necesarias para la ciudad". De este modo, quedan 3,5 millones disponibles. De ellos, se destinarán la mitad, 1,5 millones, para financiar la primera fase de los proyectos de mejora de los polígonos industriales incluidos en los programas del Ivace, con lo que se evita recurrir a préstamos y se contiene la deuda. Los dos millones restantes se destinarán a gasto corriente y a ajustar partidas, con algunos proyectos en mente como el retorno del IBI de rústica a los agricultores o la creación del albergue de transeúntes de Cáritas. 

"Cuando entramos por primera vez al gobierno en 2011, encontramos un Ayuntamiento endeudado hasta el punto de casi ser intervenido", apunta. "Gracias a la buena gestión de este equipo, hemos reducido el endeudamiento en 14 puntos y podemos estar tranquilos, porque además de reducir la deuda hemos multiplicado por 10 las infraestructuras, las ayudas a entidades sociales y hemos dado solución a muchos de los empastres que nos dejaron", concluye.