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lunes, 3 de abril de 2023
La VIII edición de las Jornadas del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares ha permitido dedicar dos días a dar a conocer diferentes aspectos del río y su entorno a su paso por Vila-real, Almassora y Burriana.
Los guardas rurales del Consorcio del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, han sido los protagonistas de una de las conferencias. Su labor, vital, a la vez que poco conocida, es esencial ya que son la voz y los ojos del paisaje protegido. Están 365 días al año en contacto con el río observando la evolución de la fauna, realizando censos de aves y control de especies, observando si hay flora invasora, evitando los vertidos, previniendo los incendios, informando de cualquier incidencia que se produce, controlando la pesca y la caza ilegal. Desde 2007 aseguran que "la evolución en el paisaje ha sido tremenda, lo que sí hemos detectado es que los vecinos de las tres poblaciones de ribera vienen cada vez más a ver un paisaje que para ellos es un pulmón. Además vemos cómo cada vez la presencia de especies como la nutria o aves que antes no estaban es mucho más frecuente, lo que nos da una idea de la mejora medioambiental del río desde que se creó esta figura de protección".
El Consorcio del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares está colaborando con la Generalitat Valenciana en el proyecto Desencanyar, que tiene como objetivo retirar las cañas invasoras de los cauces de los ríos favoreciendo el retorno de especies autóctonas de los cauces mediterráneos valencianos. El técnico de la Xarxa Natura 2000, Josep Carda, ha explicado la ingente labor que hay en marcha para que la caña deje de ocupar hectáreas de lechos fluviales. Mediante una comparación de ortofotografías, las personas asistentes han podido comprobar cómo era el río a su paso por Vila-real en la ortofoto de 1956 y cómo está ocupado ahora por estas cañas. Un ejemplo esclarecedor de la situación que genera esta especie invasora.
El río tiene innumerables vínculos con los pueblos que atraviesa. Los molinos y la actividad relacionada con estas históricas construcciones: la molinería. Este ha sido el eje de la charla que ha ofrecido el maestro y especialista en molinos, Vicent Ginés. Desde la molturación de grano, hasta la producción de clavos o hielo. Los usos de los molinos han sido innumerables. Todavía se conservan vestigios de estos edificios como es el caso del molino de la Ermita de Vila-real, que ha sido visitado por los asistentes a las jornadas como muestra de los nexos entre el río y la actividad humana.
Los regantes son otro de los entes vinculados al Mijares. La Comunidad de Regantes de Vila-real ha mostrado a los asistentes cómo las infraestructuras hidráulicas han moldeado el río. En el azud de Vila-real los regantes han contado a los asistentes cómo funciona el reparto de riego en la comarca de la Plana y la infraestructura relacionada con la derivación del agua del Mijares. El presidente de la Comunidad de Regantes de Vila-real, Pascual Broch, ha estado presente en este recorrido que ha sorprendido a los visitantes. La Casa de l'Assuter es una casa museo de una realidad, la del agua del Mijares, que sigue dando vida a todos los cultivos de cítricos.
En las jornadas se trata de poner en valor diferentes aspectos vinculados al paisaje protegido. Este año el colofón lo ha puesto el birdwatching u observación de aves. Yanina Maggiotto, de Visit Natura, ha guiado a los asistentes por la playa de Almassora y Les Goles, entre Almassora y Burriana. Allí, en poco más de una hora, los asistentes, provistos de telescopios y prismáticos, han avistado más de 30 especies de aves. Desde las gaviotas que cortejan con el agua dulce y la salada a los chorlitejos. La desembocadura del Mijares, gracias a la implicación del Consorcio y los ayuntamientos que lo integran, dispone de espacios privilegiados para la observación de aves en comunión con el entorno.
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